Ciclo "conociendo Era de Magos" día 5. Vila.
— ¡Muy buenos días a todos! Estamos ante una nueva entrega de
"Conociendo Era de Magos" y en el día de hoy recibimos a la adorable
señorita sacerdotisa Vila.
—Buenos días, es un gusto encontrarme aquí con ustedes, porque eso significa que sobreviví al primer libro, que no es poco.
— ¿Eso quiere decir que la autora es una asesina de personajes?
—Buenos días, es un gusto encontrarme aquí con ustedes, porque eso significa que sobreviví al primer libro, que no es poco.
— ¿Eso quiere decir que la autora es una asesina de personajes?
—No tanto, pero me podría haber enviado a un viaje al olvido y sería peor que estar muerta. Como sea, que lindo estar acá.
—Bien, me alegra que estés a gusto. Dime, Vila ¿ser sacerdotisa es algo que tú elegiste o...?
—No, no. La mujer que me trajo al mundo así lo quiso. Una vez dentro del templo renunciamos a nuestras familias, así como nuestras familias renuncian a nosotras. Nunca más podremos decir que tenemos alguna clase de relación, si llegaramos a encontrarnos.
—Debe haber sido una decisión dificil de tomar para... ella.
—No lo sé y nunca lo sabré.
—Y también debe haber sido duro para tí...
—Ya me acostumbré. Una sacerdotisa no debe tener lazos que nos unan a las personas.
— ¿Eso que significa que tampoco formarás tu propia familia?
—No sé que caminos tiene preparados la Diosa Sinmá para mí, pero no creo que eso suceda. Mi deber es servir a la Diosa hasta el fin de mis días.
—Según he sabido, lo has hecho muy bien...
—Así parece, gracias.
— Y ya para terminar... dime, Vila, ¿si pudieras elegir, hubieras sido sacerdotisa?
—Creo que de todos los destinos posibles que una persona puede llegar a tener, el de ser sacerdotisa es el que más me agrada. No lo cambiaría por nada en el mundo.
— ¿Ni siquiera lo cambiarías por amor?
— ¿Por amor a qué?
—A un hombre.
—Es molesto que todos asuman que las mujeres necesitamos a un hombre. Amor... El amor se siente por todo. Por un día de sol, por un día nublado, por la noche estrellada, por los árboles que nos dan sombra, por las frutas que nos alimentan, por el sol que nos calienta en invierno. De la misma forma en que sentimos amor por todo eso, es la forma en que debemos amar a otro ser humano.
—Bueno, son cosas muy distintas...
—Por supuesto que son distintas. El otro ser humano también ama. Se tiene la idea de que el amor es pertenencia, que un "te amo" significa que eres mío y que si te vas de mi lado, no seré más que una miseria humana. Y es todo lo contrario...
—No lo entiendo.
—Cuando se va el sol por las tardes, ¿alguien llora y se siente miserable por su ausencia?
—No.
— ¿Entonces por qué deberíamos sentirlo por otro ser humano, que también es libre como el sol y como las nubes que pasan sobre nosotros?
—Comprendo. Muchas gracias, Vila, por esta encantadora conversación. Los esperamos mañana para otra entrevista en "Conociendo Era de Magos".
—Bien, me alegra que estés a gusto. Dime, Vila ¿ser sacerdotisa es algo que tú elegiste o...?
—No, no. La mujer que me trajo al mundo así lo quiso. Una vez dentro del templo renunciamos a nuestras familias, así como nuestras familias renuncian a nosotras. Nunca más podremos decir que tenemos alguna clase de relación, si llegaramos a encontrarnos.
—Debe haber sido una decisión dificil de tomar para... ella.
—No lo sé y nunca lo sabré.
—Y también debe haber sido duro para tí...
—Ya me acostumbré. Una sacerdotisa no debe tener lazos que nos unan a las personas.
— ¿Eso que significa que tampoco formarás tu propia familia?
—No sé que caminos tiene preparados la Diosa Sinmá para mí, pero no creo que eso suceda. Mi deber es servir a la Diosa hasta el fin de mis días.
—Según he sabido, lo has hecho muy bien...
—Así parece, gracias.
— Y ya para terminar... dime, Vila, ¿si pudieras elegir, hubieras sido sacerdotisa?
—Creo que de todos los destinos posibles que una persona puede llegar a tener, el de ser sacerdotisa es el que más me agrada. No lo cambiaría por nada en el mundo.
— ¿Ni siquiera lo cambiarías por amor?
— ¿Por amor a qué?
—A un hombre.
—Es molesto que todos asuman que las mujeres necesitamos a un hombre. Amor... El amor se siente por todo. Por un día de sol, por un día nublado, por la noche estrellada, por los árboles que nos dan sombra, por las frutas que nos alimentan, por el sol que nos calienta en invierno. De la misma forma en que sentimos amor por todo eso, es la forma en que debemos amar a otro ser humano.
—Bueno, son cosas muy distintas...
—Por supuesto que son distintas. El otro ser humano también ama. Se tiene la idea de que el amor es pertenencia, que un "te amo" significa que eres mío y que si te vas de mi lado, no seré más que una miseria humana. Y es todo lo contrario...
—No lo entiendo.
—Cuando se va el sol por las tardes, ¿alguien llora y se siente miserable por su ausencia?
—No.
— ¿Entonces por qué deberíamos sentirlo por otro ser humano, que también es libre como el sol y como las nubes que pasan sobre nosotros?
—Comprendo. Muchas gracias, Vila, por esta encantadora conversación. Los esperamos mañana para otra entrevista en "Conociendo Era de Magos".
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